Descripción
RO 3651/4. Serie Pinturas. Centenario del Nacimiento de Nicolae Tonitza. 4 valores **1986
| Fecha Emisión |
12/03/1986 |
|---|---|
| Nº Yvert et Tellier |
RO 3651/4 |
| Nº Michel |
RO 4231/4 |
| Nº Stamp Number |
RO 3353/6 |
| Nº Stanley Gibbons |
RO 5016/9 |
| Título Serie | Reproduceri de artă – Nicolae Tonitza |
| Tamaño | 33 x 48 mm |
| Color | multicolor |
| Dentado | 13½ |
| Impresión |
Fotograbado |
| Facial | varios |
| Tirada | varios |
| Valores serie | 4 |
Nicolae Tonitza fue un pintor y artista gráfico rumano, intérprete de «dolores de exuberante color» y sentimientos sinceros de rebelión latente y resignado durante mucho tiempo.
Una mirada retrospectiva a la obra de Tonitza revela en el primer período una pintura académica que lleva el sello de la escuela de Munich y, como corolario, un mayor interés por el dibujo, en detrimento de la pintura.
Durante su corta estancia en París, hace tímidos intentos de abrazar su visión impresionista, pero su preferencia por la expresión gráfica hará que su atención se centre en las creaciones de Daumier.
El renacimiento cromático, que los líderes de la pintura francesa no habían logrado provocar, lo desencadenó Stefan Luchian , sin que este hecho hiciera que Tonitza se quedara en un nivel inferior, aunque descubrió muchas afinidades con el pintor «Anémonas». Después de este período, las pinturas se realizaron entre 1930 y 1935 conquistan su plena autonomía artística, liberándose de cualquier influencia. Gráfico, lleno de malicia y, a menudo, dramático, colaboró en muchas revistas culturales y sociales de la época: «Rampa», «Flacăra», «Clopotul», «Hiena», etc. – son testimonios de intensa participación en la vida de la época.
La pintura sigue siendo, más allá del tumulto cotidiano, el compromiso con los acontecimientos serenos y contemporáneos, hablando de un ideal estético clásico, del culto a la belleza, de un arte entendido como expresión de la permanencia de los valores espirituales.
Esta visión autónoma se perfila en los retratos de niños. «Los ojos de Tonitza», los ojos de los niños que pintó, nos miran hoy con nostálgica inocencia, con amarga melancolía y sinceridad. Estos ojos grandes, redondos y expresivos son el sello inconfundible de su estilo de poesía única en las bellas artes rumanas.
De la sobria musicalidad pictórica de un refinado entretejido de poesía y realidad, Tonitza transcurre en los últimos años de su vida con reminiscencias orientales, sin duda por el encanto del paisaje dobrogeano. Es el período que precede a la llamada fase japonesa, caracterizada por un decorativismo excesivo y una simplificación de la paleta llevada casi al monocromo.
RO 3651/4. Serie Pinturas. Nicolae Tonitza. 4 valores **1986
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