Descripción
Edifil 3250/1. Serie Europa. Obras de Joan Miró ** 1993
Año Emisión |
1993 |
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Fecha Emisión |
5 mayo 1993 |
Nº EDIFIL |
3250/1 |
Título Serie |
Europa |
Formato |
40,9 x 28,8 mm |
Color |
multicolor |
Impresión |
Huecograbado |
Imprenta |
Fábrica Nacional de Moneda y Timbre |
Tirada |
2.500.000 |
Tipo de correo |
Ordinario |
Validez Postal |
indefinida |
Valores de la Serie |
2 (3250-3251) |
El padre de Miró era relojero y orfebre. Tanto la formación artesana de su padre como el austero paisaje catalán serán de gran importancia para el arte de Miró. De acuerdo con los deseos de sus padres, Miró asistió a una escuela comercial.
Luego trabajó durante dos años como empleado en una oficina hasta que sufrió un colapso mental y físico. Sus padres lo llevaron para su convalecencia a una finca que compraron especialmente para este fin en Montroig, cerca de Tarragona, y en 1912 le permitieron asistir a una escuela de arte en Barcelona. Su maestro en esta escuela, Francisco Galí, mostró una gran comprensión de su alumno de 18 años, aconsejándole que tocara los objetos que estaba a punto de dibujar, procedimiento que reforzó el sentimiento de Miró por la cualidad espacial de los objetos. Galí también presentó a su alumno ejemplos de las últimas escuelas de arte moderno de París , así como los edificios de Antoni Gaudí, el famoso arquitecto Art Nouveau de Barcelona.
De 1915 a 1919 Miró trabajó en Barcelona, Montroig y Mallorca pintando paisajes, retratos y desnudos en los que se centró en el juego rítmico de volúmenes y zonas de color. Experimentó con el estilo fauvista audazmente colorido, pero su tratamiento de la forma fue geométrico, influenciado por el trabajo de Paul Cézanne y los artistas cubistas .
Desde el principio de su carrera, Miró buscó establecer medios deexpresión metafórica , es decir, descubrir signos que representen conceptos de la naturaleza en un sentido poético trascendente . Quería retratar la naturaleza tal como la representaría un niño dotado de la inteligencia de un adulto; en este sentido, tenía mucho en común con los surrealistas y los dadaístas , dos escuelas de artistas modernos que se esforzaban por lograr objetivos similares por medios más intelectuales que los utilizados por Miró.
La pintura de Miró, compleja a pesar de su aparente sencillez, es una vuelta trabajosa a los orígenes; con los pies hundidos en la tierra, la suya de Tarragona, el artista proyecta al infinito las cosas pequeñas y las entronca con las grandes del Universo que desde el barro que pisa parecen también pequeñas en su inmensidad; así el perro que ladra a la luna, las hormigas que adquieren magnitud de estrellas o el ver la aurora que desde su paleta quiere nacer y nace cada día; así la profundidad de sus retratos y de sus escenas cotidianas que no son sino el Universo hacia adentro.
No en vano le definió Eugenio D’Ors como “pintor que tiene un cosmos propio».
Edifil 3250/1. Serie Europa. Obras de Joan Miró ** 1993
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